Alfredo Sáenz se encuentra ahora a la espera de lo que dicte la autoridad monetaria, una decisión que podría dejarle fuera del asiento de la banca. El consejero fue condenado por el Tribunal Supremo a tres meses de arresto e inhabilitación para ejercer funciones en banca. Según el alto tribunal, Saenz presentó en 1994 cuando era el presidente de Banesto una denuncia falsa contra un grupo de acreedores a los que reclamaban una deuda.
La Audiencia Provincial de Barcelona le ha dado un respiro y en septiembre le suspendió la condena hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre un recurso de amparo que Saenz ha presentado. Eso sí, la Audiencia no le eliminó los antecedentes penales por lo que, según apunta el abogado de la acusación, "por ley -Real Decreto de 1995 sobre Creación de Bancos y Otras Cuestiones Relativas al Régimen Jurídico de las Entidades de Crédito- debe dejar su asiento en la banca". Una tensa cuerda que podría quebrar en cualquier momento el Banco de España.