Los gestores están en el punto de mira y podrían ser los primeros en despedir la entidad de Rodrigo Rato. En concreto, fuentes del sector apuntan al consejo delegado Francisco Verdum. Pero lo que más está penalizando el mercado es que el plan que ultiman el Banco de España y el Gobierno incluye una inyección de entre 5.000 y 7.000 millones de euros.
El cómo se articularía a través de un préstamo que aportaría el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y que Bankia deberá devolver con un interés del 8%. Pero además, para cumplir con los requisitos del gobierno que se concretarán en un real decreto de este viernes, la entidad debería presentar también un plan de viabilidad para los próximos años.
También se baraja la hipótesis de que la primera inmobiliaria bancaria se fusione con su propia matriz, Banco Financiero y de Ahorros, que a cierre de 2011, acumulaba 37.517 millones de euros en concepto de créditos al sector inmobiliario.
Por cierto que Bankia va a proponer a la junta general de accionistas el reparto de un dividendo de 152 millones de euros con cargo a las cuentas de 2011, año en que la entidad ganaba 304 millones de euros.