Tras el fracaso en Estados Unidos de las negociaciones del llamado “super comité”, Bollaín explica que ahora mismo le preocupa mucho más la situación de Francia que la del gigante americano. Según el experto, Estados Unidos tiene mayor capacidad para aguantar la situación, y para la economía francesa sí sería un “drama” que las agencias de calificación recortaran su actual rating de triple A.
De hecho, Bollaín cree que el no acuerdo en Estados Unidos, sin considerarla tampoco como buena, “no es mala noticia”. Y es que la falta de consenso provoca que automáticamente se creen recortes para el gasto en futuros ejercicios, aunque ello suponga una reducción del crecimiento. Al menos, señala Bollaín, esto deja una sensación de que “en Estados Unidos las cosas se hacen” y no queda la sensación de “desgobierno” que, a juicio de este experto, si que hay en el viejo continente. De cualquier modo, para Bollaín “lo ideal sería que se hubiese llegado a un acuerdo.
Del mercado norteamericano destaca el director general de Bankinter Gestión que es más estable que el europeo y los emergentes, y que por ello se ha convertido en los últimos años en un refugio para los inversores. A pesar de ser una gestora fundamentalmente europea, Bankinter Gestión tiene una exposición ahora mismo a la mayor economía mundial de entre el 20% y el 30%, aproximadamente.
Más grave es, para Bollaín, la situación de la crisis de deuda soberana que vive Europa. “Esta crisis es tan grave que se está cuestionando incluso el concepto de la palabra democracia”, señala el experto. Son varios los gobiernos que han cambiado en el viejo continente en los últimos meses sin acudir a las urnas. No son los votantes los que eligen el Gobierno que tome las riendas de su país, sino agentes externos. Esta crisis reside, a su juicio, en un “problema de unidad total y absoluto”.