El Banco Central Europeo (BCE) va a prestar hoy a los bancos, por primera vez, toda la liquidez que soliciten a un plazo de tres años y unas condiciones muy baratas.
El objetivo es recuperar la capacidad crediticia de las entidades. En total, los analistas esperan que los bancos demanden entre 160,000 y 250,000 millones de euros.
Sin embargo, muchos ponen en duda el destino final de este dinero: temen que vaya a la compra de deuda pública de periféricos cuyos tipos de interés son mucho más atractivos.
Una opción que debería haber contemplado el Banco Central Europeo antes de poner en marcha la operación.