Tras la falta de entendimiento de la semana pasada entre el directorio francoalemán y el inglés, esta semana se abre un nuevo campo de batalla, la tasa a las operaciones financieras.
El ministro francés de Finanzas, François Baroin, ha subrayado su intención de llevar adelante junto a Alemania el plan para implantar este impuesto, aún a sabiendas de la negativa de David Cameron.
Pese a ello, ha recordado el firme compromiso de Francia y Alemania al respecto e incluso ha concretado que sus planes pasan por establecer una base imponible amplia y un tipo reducido que no ha cifrado.
Una decisión que según dice es lo mejor tanto para Europa como para mejorar la confianza en el sistema financiero.