A juicio de Draghi, estas presiones están poniendo en juego su credibilidad, el principal motor de su política para mantener la estabilidad de los precios, la misión para la que fue creada.
Especialmente crítico ha sido con los países de la Unión. La clave para la estabilidad financiera, según Draghi, es una gobernanza económica más robusta. Y aquí se pregunta por qué no se implementan ya las decisiones tomadas en octubre en el consejo y en el resto de cumbres europeas.
En este sentido, se ha referido directamente a la reforma del Fondo de Rescate. Dónde está esa reforma, se pregunta Draghi si hace ya cuatro semanas desde la última cumbre donde se acordó aumentar la capacidad del fondo entre una y cinco veces. Una herramienta que, según la cabeza del BCE, tendría que usarse para asegurar la estabilidad financiera de la zona euro, estos días tan cuestionada.