José Manuel Durao Barroso supedita la creación de bonos de estabilidad al cumplimiento de las líenas marcadas por Bruselas. Estas líneas pasarán por ampliar los poderes para que la UE supervise las cuentas de cada país. Significará que los gobiernos tendrán que entregar a Bruselas un borrador de sus presupuestos como fecha tope en el mes de octubre.
Pero además se establece un plan B para aquellos países que tengan dificultades a la hora de financiarse. Ante una situación de ahogo, la Comisión junto al Banco Central Europeo puedan proponer al Consejo Europeoque se fuerce el rescate de ese país.
En opinión de Durao Barroso estas medidas “supondrán más gobernanza económica y sin ella será muy difícil mantener una moneda única”. Eso sí, Barroso insiste en que á pesar de este mayor control, los gobiernos nacionales mantendrán su soberanía en materia económica.
La Comisión Europea también propone que se refuerce la vigilancia de aquellos socios que, con sus desequilibrios, puedan provocar un riesgo de inestabilidad financiera en el conjunto de la Unión. Los factores a tener en cuenta serán la consolidación fiscal, las amenazas para el crecimiento y el empleo.