El Gobierno chino ha establecido ya las previsiones de crecimiento para este año. Y desde luego que, a priori, son envidiables. Se espera un alza del 7.5% del PIB para este 2012, por debajo del habitual objetivo del 8%, en un intento por controlar la inflación.

Según los analistas es un intento por conseguir la estabilidad económica antes del proceso de transición de liderazgo político que se producirá a finales de año. Además, el objetivo de inflación para este año es del 4%, en línea con el objetivo del año pasado.

En cuanto al déficit, se espera que sea del 1.5% del PIB, por encima del 1,1% del 2011. Ahora bien, según el Primer Ministro, Wen Jia Bao, habrá dificultades ala hora de impulsar el crecimiento y de contener la inflación.

También ha prometido luchar con la corrupción e intentar acabar con los monopolios estatales. Por cierto, que también ha anunciado que aumentará su presupuesto militar en un 11% para este año hasta los 80.000 millones de euros.