El Congreso de los Diputados acoge este martes, como cada 6 de diciembre, la recepción por el Día de la Constitución, que celebra su trigésimo tercer cumpleaños, y que sirve en esta ocasión de escenario al todavía presidente de la Cámara, José Bono, para pronunciar su último discurso como tercera autoridad del Estado.
Al acto ha acudido el presidente asturiano, Francisco Álvarez Cascos, junto con otros cinco mandatarios autonómicos. No lo han hecho así la mayoría de las formaciones nacionalistas, ya que esta vez se ha descolgado del acto hasta CiU, que solía enviar a su representante en la Mesa del Congreso o la del Senado.
POCOS NACIONALISTAS
PNV, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya, el Bloque Nacionalista Gallego y Geroa Bai no han enviado ningún representante a la recepción.
Desde Izquierda Unida Cayo Lara, sólo ha acudido a la entrada para explicar su ausencia en el acto institucional, que viene derivada de la reforma constitucional acometida por PSOE y PP a finales del pasado verano y a la que IU se opuso.
DESPEDIDA DE BONO
Con el acto de este martes, José Bono pone fin a su etapa al frente de la institución.
Ha ejercido como presidente durante tres años y ocho meses, pero que pisó por primera vez en la primera vez como diputado por Albacete en 1979. Cuatro años después, cuando el PSOE logró su primera mayoría absoluta revalidó su escaño y estuvo en él hasta que en 1983 fue nombrado presidente de Castilla-La Mancha.
En 2004 volvió al Congreso, ya como ministro de Defensa, pero sin escaño y en 2008, esta vez como diputado por Toledo, renovó su acta y accedió a la Presidencia de la Cámara.
Dejará el cargo y el Congreso el próximo 12 de diciembre, dos días antes de su 61 cumpleaños, habida cuenta de que decidió no concurrir en las listas del PSOE en las pasadas elecciones generales y que la nueva Cámara surgida de esos comicios se constituye el 13 de diciembre.
El presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, y el candidato a sucederle, Mariano Rajoy, que se someterá a su debate de investidura la semana siguiente, asisten la despedida del anfitrión como el resto de invitados. Después, los dos se sumarán al tradicional almuerzo que Bono ofrece a sus antecesores en la Presidencia del Congreso.