La agencia estima que obligará a limpiar las pérdidas enterradas en los balances de los bancos y acrecentará la transparencia de los mismos. Mejorará, por tanto, su posición en los mercados y de cara a su financiación. Pero a juicio de Moody's, la fusión de entidades costará dinero a los bolsillos del contribuyente.
El por qué recae en que los fondos disponibles no son suficientes y el resto de factura,dice, se pagará inevitablemente a través de impuestos. Como solución, Moody's aboga por un flujo más generoso de fondos públicos en forma de inyecciones de capital o esquemas de protección de activos.
Por último, el informe crítica también la presión añadida y quizá inasumible de unos niveles de capital y una capacidad de generar beneficios ya debilitada.