Cruz Roja atendió a través de sus programas a más de dos millones de personas en 2011. De estas personas, más de la mitad se beneficiaron de las medidas específicas relacionadas con el impacto de la crisis. Además, cerca de 900.000 de estos usuarios, se vieron necesitados de alimentos.

Ha expuesto, además que muchos de los usuarios a los que atiende tienen dificultades para hacer frente a cualquier tipo de imprevisto, así como hacer frente a pagos de luz o gas. También se ha agravado la situación de aquellas personas vulnerables que ya estaban en los programas de intervención social.

Para terminar, el organismo ha recalcado su preocupación por el crecimiento del desempleo, la desigualdad social y los riesgos de fractura social que esto podría tener como consecuencia.