En este campo, sus recomendaciones en cuanto a ETF pasan por aquellos de renta corporativa. En materias primas, apostarían también por ETF del oro, un elemento “importante para tener en cualquier cartera”.
Si negativa es la tendencia para este instrumento de inversión, también lo es para los fondos en nuestro país. Un dato explica bien este marco: las gestoras españolas han disminuido sus fondos en los últimos años en un 18%. Antonio Castilla explica que especialmente en el último año se ha producido una notable salida de efectivo de los fondos de inversión, lo que ha dado como resultado la absorción de numerosos de estos fondos por otros dentro de las mismas gestoras. Además, otro factor clave ha lastrado, en su opinión, la situación de los fondos. Este no es otro que la mayor inclinación de los ciudadanos por los depósitos ofrecidos por las entidades bancarias.
De cara a este 2012, Antonio Castilla separa sus recomendaciones de inversión entre varias categorías en función del perfil de riesgo que desee asumir cada cliente. Para aquellos con un carácter más conservador, el experto apuesta por la renta fija corporativa, en particular aquella con la calificación de investment grade. Además incorporaría a estas carteras renta fija corporativa high yield, con un apoyo procedente de la gestión alternativa. En concreto, Castilla cita un fondo que considera particularmente interesante, el M&G Optimal Income, con una rentabilidad obtenida en 2011 del entorno del 6%.
Para un perfil más moderado, de un inversor dispuesto a asumir ya algo de riesgo y sin miedo a sufrir rentabilidad negativa en algún momento concreto, a estas recomendaciones el director de CGA Patrimonios añadiría mayor presencia en fondos flexibles, con la incorporación de renta variable europea y también estadounidense.
Con la llegada del nuevo año, Antonio Castilla recuerda a los inversores los cambios introducidos por el Gobierno de nuestro país en materia de IRPF, una normativa que afecta directamente a la industria de los fondos de inversión. Castilla explica que, hasta ahora, la retención fiscal era del 19% para los primeros 6.000 euros, y del 21% a partir de esa cantidad. Con los cambios regulatorios que ahora entran en vigor, la tasa impositiva se incremente hasta el 21% para cantidades inferiores a 6.000 euros, y después la tributación se incrementa hasta incluso el 27%. Una variación que el socio director de CGA Patrimonios califica de “importante”. No obstante, Castilla entiende que “más que un perjuicio, aporta un beneficio para los fondos de inversión”.