El pronóstico es malo para este año pero peor para el que viene cuando continuará, a juicio de la OCDE, el frenazo de la actividad económica.

España sufre el parón de las grandes economías de la zona euro. El ritmo de deterioro que anticipan los indicadores (de 100,9 a 100,7 entre julio y agosto) se mantiene. Frena más lento que sus socios europeos, pero la amenaza se mantiene. Según la OCDE, con un crecimiento en el primer semestre (de apenas un 0,7% anual), otra desaceleración de la economía mundial dispara el riesgo de recesión para la economía española.

Caen con más fuerza EE UU, Alemania y Rusia, aunque sus indicadores continúan por encima de los 100 puntos, continúan por encima de la tendencia prevista. Todo lo contrario sucede con el de la eurozona, que baja a los 99,8 puntos en agosto desde los 100,7 en los que se situaba en el mes anterior.