“Todavía es necesaria una mayor integración en el sector financiero”

Los objetivos del informe “Mecanismos de gestión y prevención de futuras crisis bancarias” presentado por la Fundación de Estudios Financieros, ha tenido como objetivo encontrar las claves para evitar cometer los mismo errores que nos han llevado a la situación insostenible en la que nos encontramos. Y es que de la crisis hemos aprendido varias cosas. Según el director del informe, Alfredo Jiménez, “cuando los mercados de capitales ya no son tan abiertos como lo eran antes, las entidades tienen que ajustarse a la nueva realidad”, o lo que es lo mismo, bancos y cajas deben comenzar a evaluar más concienzudamente el entorno económico en el que se mueven.

A la presentación del informe acudía el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Allí destacó su apuesta por la creación de un banco malo, aunque con un estudio previo de la manera de ponerlo en marcha. Sin embargo este estudio no ha evaluado esta posibilidad. Según Jiménez no han abordado el tema porque el estudio no se centra en los métodos para salir de la crisis actual sino en lo que se puede hacer para evitar las que vendrán.

Lo que sí ha dejado claro es que el sector bancario es clave para la recuperación del país.  Y es que según el investigador, es vital “reforzar su solvencia para que vuelva a fluir el crédito a empresas y factores innovadores”. Para ello hace varias propuestas, entre ellas concluir la reestructuración del sistema financiero, por lo que “es posible que veamos un aumento del tamaño de las entidades gracias a nuevos procesos en los próximos años”. Pese al trabajo que queda por hacer, Jiménez ha querido también reconocer el trabajo realizado hasta ahora, ya que según él “ha habido un ajuste importante en los últimos años tanto en el saneamiento de las entidades gracias a las integraciones como en el ajuste de capacidad.

Por último ha querido dejar claro los tres consejos que se extraen del informe:

      – Avanzar en muchos aspectos de la supervisión y tener un enfoque más global, tanto por parte del regulador como por parte de las entidades.

      – Analizar mejor el entorno en el que se mueven las entidades financieras.

      – Promover una mayor integración del sistema.