Eslovenia se acerca a un rescate 'a la española'

UN PROBLEMA DEL SISTEMA FINANCIERO

A pesar de que Eslovenia ha sufrido dos recesiones en a penas dos años, su déficit fiscal se mantiene entorno al 4% – muy lejos del 10,6% con el que cerró el año España – aunque podría seguir elevándose a lo largo de este año.

El verdadero problema de Liubliana reside en su sistema financiero. Tres entidades financieras del país están en manos de la gestión pública y han recibido varias inyecciones de capital procedentes del Estado, esto se suma a la compra reiterada de deuda pública por parte de los bancos eslovenos, que mantienen una tasa de morosidad cercana al 30%.

El cronómetro del Gobierno esloveno sigue corriendo mientras el presidente del país, Borut Pahor, mira con recelo a un mes clave para el país: junio. Según van pasando los días, el rescate que está gestando Bruselas se sigue encareciendo, de los 4.000 o 5.000 millones que se intuían hace unos meses, se podría pasar a  los 9.000 millones de euros que podría necesitar Eslovenia el próximo mes de julio, cuando previsiblemente se apruebe la ayuda de la UE.

El tiempo es clave, ya que si se aprueba un rescate a última hora – como ocurrió con Chipre – la inyección de la troika se elevaría en  1000 o 2000 millones de euros más, por el agujero que sigue cavando la banca. Lo cierto, es que el país no es capaz de recapitalizar su sistema financiero por sí mismo.

LA PRIMA DE RIESGO Y EL PESIMISMO HACEN MELLA

Aunque su problema no es – principalmente – macroeconómico, el rescate a Chipre ha hecho mella en el país, sobre todo en el repunte que ha sufrido su prima de riesgo durante los último dos meses.

La cercanía y los rumores que apuntan a un rescate similar, han provocado que el pesimismo se instale en la prensa y ciudadanos eslovenos.

Tras la rebaja de Moody's, la economía del país da un paso más al desfiladero de un rescate 'menos limpio' de lo que se pretende. El bono basura puede provocar que Bruselas y Liubliana se precipiten, y acaben aprobando un rescate de última hora, tal y como ocurrió hace dos meses.