En una conferencia en Sevilla, ha asegurado que estos números se han quedado obsoletos después de que haya decaído la confianza, el consumo y se haya desacelerado la demanda de nuevas viviendas por la desaparición de la desgravación fiscal. Respecto a la pérdida de empleo, advierte de que podría llegar a ser estructural.
Pero las lanzas no acaban ahí. Molina admite, además, que el pacto de estabilidad y crecimiento no ha sido suficiente para garantizar la disciplina fiscal de los países del área. Y que ahora más que nunca es necesario reforzar los mecanismos de estabilidad como el Fondo Europeo de Estabilización Financiera. Solo encuentra una pizca de optimismo en las exportaciones de bienes y en el turismo, a los que bautiza de soporte de la economía española.