Primer acuerdo alcanzado en la cumbre de líderes europeos. Las entidades europeas deben alcanzar un core capital del 9% antes del 30 de junio del año que viene. En el caso español, las consecuencia inmediata sería una depreciación de menos del 2% en los bonos soberanos, según la  vicepresidenta Económica, Elena Salgado.
No obstante, la cifra dependerá del porcentaje de las pérdidas a las que tengan que hacer frente los bonos griegos. Algo que aún está pendiente de pacto en la cumbre del Eurogrupo y, que anunciará la Autoridad Bancaria Europa (EBA), en su momento.
La EBA ha calculado unas necesidades de capital de alrededor de 100.000 millones de euros, según diversas fuentes, frente a los 200.000 millones que estima el Fondo Monetario Internacional.
Para alcanzar el umbral exigido, "los bancos deben usar primero fuentes privadas de capital, incluyendo la reestructuración y conversión de instrumentos de deuda en capital". "Si es necesario, los Gobiernos nacionales deben prestar ayuda, y si este apoyo no está disponible, la recapitalización deberá financiarse vía un préstamo del fondo europeo de estabilidad financiera", destacan desde Bruselas.

Hasta que no cumplan con el capital exigido, las entidades tendrán limitaciones en lo que se refiere al pago de dividendos y bonus.

Desde Bruselas piden a los reguladores bancarios de cada país que supervisen "los planes de los bancos para reforzar su capital no lleven a un excesivo desapalancamiento o a una presión indebida sobre la deuda soberana y que se mantenga el flujo de crédito a la economía real".
La recapitalización afectará sólo a las grandes entidades de la UE consideradas sistémicas. En el caso de España, se trata del Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Popular.

El primer ministro británico, David Cameron ha matizado que aunque la recapitalización ha sido acordada, sólo se impulsará cuando las otras partes del paquete reciban luz verde. Además, ha pedido a los ministros de Finanzas que terminen el trabajo.