Ha dicho Fitch que una respuesta negativa de esta consulta popular aumentaría el riesgo de una quiebra del país heleno, con la consiguiente salida de la moneda única. Una bofetada a los esfuerzos que se están llevando a cabo en otros estados miembro, como España o Italia y que se verían gravemente afectadas si Grecia cae, porque el riesgo de contagio aumentaría.

Dentro de las fronteras griegas, la oposición del gobierno de Papandreu no está de acuerdo con el referendum y pide elecciones anticipadas. Fuera de Grecia las voces también se levantan, la última reacción viene de el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker que comparte opinión con Fitch. Ha dicho que si Grecia rechaza el plan anticrisis acordado con la Union Europea está abocada a una quiebra porque un referendum trae mucho nerviosismo. Una incertidumbre que se ha instalado hoy en los mercados reaccionando con grandes caídas.

Por otra parte el bloque franco-aleman ya ha activado las conferencias telefónicas para poder analizar esta repentina decisión del primer ministro heleno de preguntar a los ciudadanos griegos si están con Europa y con la Eurozona.