El FMI quiere poner en cuarentena la crisis de deuda en Europa y para ello ha ideado un nuevo sistema basado en líneas de crédito dirigidas a los países con problemas. Estos créditos suponen bajar los costes de la deuda pública para así restaurar la confianza en los mercados financieros. Los países con problemas podrán solicitar créditos de carácter flexible y preventivo y España podría pedir hasta 46.500 millones de euros. Esta nueva línea está pensada para los países de la eurozona que, aún siendo solventes, tienen problemas de liquidez, por eso con esta línea de crédito facilita el acceso a una financiación rápida para cubrir las necesidades a corto plazo.
Los países podrán recibir crédito a 12 y 24 meses hasta el 500% de la cuota de cada miembro en el primer año y hasta 1000% en el segundo, pero con la aprobación del Consejo del FMI podría ser del 1.000% desde un principio. Esto supone que en el caso de España, con una cuota que actualmente asciende a 4.650 millones de euros (1,68%), podría recibir hasta un máximo de unos 46.650 millones. Christine Lagarde, directora del FMI, ha asegurado que estas nuevas herramientas permitirán al FMI responder efectivamente y más rápido para ayudar a los países a lidiar con la crisis. Este movimiento del Fondo se adelanta ante la imposibilidad del BCE de actuar de prestamista.