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El futuro del euro

Juergen Donges, en perfecto castellano, comenzó preguntándose si el título del encuentro era el más adecuado, pues en su opinión el euro está fuerte –quizá demasiado- y es una moneda con todo el futuro por delante. Cuestión distinta es la situación económico-financiera de algunos países periféricos.

Resultó muy interesante la exposición de Pedro Reis, asesor del entonces candidato del opositor PSD portugués y futuro primer ministro. Tras considerar otros escenarios, como la salida del euro o la reestructuración de la deuda, su partido apuesta por la competitividad y el estímulo del crecimiento económico. Como dijo acertadamente, “el euro es un privilegio que debe merecerse todos los días”.

Andrés Torrero planteó abiertamente estudiar la posibilidad de expulsar de la zona euro a los países incumplidores. Por su parte, Pedro Schwartz abogó por la emisión de bonos similares a los del Plan Brady, utilizados en su día para rescatar a Argentina y Rusia. Recordemos que dichos bonos implicaban la asunción de una quita.

Ya en el coloquio, uno de los asistentes comparó la economía europea con la estadounidense, mucho más endeudada, proponiendo la emisión de eurobonos con garantía solidaria al menos hasta el límite del 60% del PIB en que sigue fijado el criterio de convergencia para la deuda pública. Otro interviniente recordó la práctica bancarrota de California, estado federado de los USA que necesariamente continuará en el dólar, interesándose por la opinión de la mesa sobre la conveniencia política de permitir la salida o invitar a marcharse a algún miembro de la eurozona como Grecia.

En resumen, un interesante acto académico, muy necesario no sólo por analizar lo que está sucediendo en Grecia, Holanda y Portugal, sino principalmente para convencernos de la necesidad de evitar que la economía española pudiere llegar a una situación similar. Si, como se recordó en la mesa, Grecia falseó sus estadísticas para entrar en la eurozona y el problema irlandés se debió principalmente al comportamiento de su sistema bancario, lo más preocupante actualmente es la escasa capacidad de crecimiento de estos países para poder servir la deuda contraída. España incluida.

Enrique Boto, ingeniero de telecomunicación, es consultor y ejecutivo de empresa

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