La incertidumbre que se ha instalado en los mercados ante lo que pueda suceder el domingo en las elecciones Grecia, ha llevado al G20 a tomar medidas preventivas. Para ello los bancos centrales están analizando ya una acción coordinada para llevar a cabo la próxima semana, que permita capear una posible tormenta financiera en caso de que los resultados puedan presuponer una salida de la economía helena de la Eurozona. Pero también porque el cambio de Gobierno pueda suponer un cambio en las políticas de austeridad que lleva a cabo el país.

De esta forma, los miembros del G20 se preparan para responder de la mejor manera posible, garantizando la financiación y evitando una contracción del crédito. Según Reuters el mecanismo se activaría en función de la respuesta del mercado, y constaría de varias fases: la primera una declaración de intenciones de asegurar la liquidez, después subastas adicionales y, por último, una inyección directa al mercado.

Por su parte, la Eurozona también se está preparando. Bruselas estudia medidas, algunas tan radicales, como la de imponer límites a la retirada de dinero en efectivo y control de capitales. De hecho, los miembros de la Eurozona se reunirán el domingo por la noche en Teleconferencia para decidir qué movimientos adoptar.