Atenas confía en que la mayoría de sus acreedores privados se sume al acuerdo voluntario para la quita de su desorbitada deuda soberana, cuyo plazo de adhesión vence esta tarde a las 8. De momento, se calcula que cerca del 40-50% de las entidades privadas han dado ya su visto bueno.
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha instado a todos los acreedores a sumarse a la quita de deuda griega. La oferta de canje de bonos planteada por Atenas con el beneplácito de la Unión Europea supondrá una quita del 53,5% en los bonos soberanos griegos y una pérdida de valor real en las carteras de deuda soberana de Grecia de entre el 73% y el 74%.
Pero la cifra deseada sería conseguir un 75% de apoyos privados en esa quita. De no ser así, el país heleno tendría que recurrir a la activación de las Cláusulas de Accion Colectiva. Por su parte, según FEDEA Grecia es un enfermo terminal.