El regreso al crecimiento es una larga tarea que desde hoy tendrá que afrontar el socialista Francois Hollande. Esta mañana ha sido proclamado presidente de Francia y en su discurso de investidura se ha referido a los problemas económicos que atraviesa el país galo y toda la eurozona. Hollande ha apostado por estimular el crecimiento en detrimento de la austeridad fiscal unas horas antes de que parta hacia Alemania para entrevistarse con Merkel, firme defensora de los ajustes en los países de la zona del euro.

Un primer discurso en el que Hollande ha querido trasladar a los franceses un mensaje de confianza aseguirando que Francia es "un gran país" que superará las dificultades no doblegándose. Y es que en estas primeras palabras el socialista ya ha querido dejar claro que abreirá una nueva vía en Europa con menos sacrificios y más apuesta por la lucha contra las precariedades y el crecimiento. Eso sí, el nuevo presidente no ha querido olvidarse de los problemas actuales del país del que hoy toma las riendas.

Francois Hollande ha anunciado que ofrecerá a los socios comunitarios un nuevo pacto basado en el estímulo indispensable de la economía. Palabras que contravienen hasta ahora el discurso del eje franco alemán basado en la austeridad y liderado por Merkel. No tardarán mucho en discutir esta divergencia porque esta misma tarde se verán las caras en Berlín.