El poder aduisitivo de los ciudadnos menguará en 2012 si sigue la misma tendencia. A la subida de impuestos, al encarecimiento de los costes del gas del butano o el agua hay que sumarle las comisiones bancarias. Según este estudio, las transferencias entre cuentas de distintas entidades se encarecieron hasta un 44 % en 2011.
El usar la tarjeta de débito en un cajero de nuestra propia red aumentó un 29% y si en 2011 solicitamos un crédito o un préstamo sepa que esa comisión se encareció un 23%. El mantener una cuenta corruente o nuestra liberta de ahorro también nos salió más caro el año pasado. Concretamente un 22%.
A eso hay que sumarle pagar más en las domiciliaciones de recibos (14%), los descubiertos (12%) o la cuota anual de la tarjeta de crédito (10%). Y esto ¿en cuánto se traduce? Pues si hablamos de un usuario medio…en unos 276 euros al año, un 21% más que hace un año.