Detrás de esta subida, está el encarecimiento de las gasolinas, del vestido y el calzado. También pagamos más, unas siete décimas en concreto, por el ocio y la cultura principalmente por la escalada de los precios de los viajes organizados. Han sido más baratos, sin embargo, las bebidas no alcohólicas y los alimentos, en particular, el escaparte de frutas frescas y carnes.
Si hablamos de términos interanuales, el IPC bajó una décima hasta el 1,9%. Este descansa, principalmente, en el estancamiento de los precios de los seguros frente al aumento registrado un año antes y la partida que dedicamos a vivienda ya que, en marzo, gastamos menos en calefacción.