IU no estará en un pacto que reduzca salarios y facilite el despido

José Luis Centella, portavoz del grupo parlamentario de Izquierda Unida, ha señalado que lo importante de la sesión de hoy en el Congreso es “una cortina de humo” a la que acude un presidente del Gobierno “que ha dicho que no va a afrontar el problema del empleo en los próximos dos años”. Además, asegura que la sociedad lo que reclama no es tanto un acuerdo sino soluciones al paro, por lo que, dice, lo importante no es si habrá o no un gran pacto sino en torno a qué. “Si el acuerdo es entorno a reducir salarios y facilitar el despido; si se va a seguir salvando a los bancos mientras la gente tiene paciencia, allí no estará el grupo de la Izquierda Plural”, ha defendido.

Sobre las recetas de Izquierda Unida para salir de la situación actual, Centella cree necesario cambiar el modelo productivo, pero no a costa de que desaparezca el Estado. “Hay que hacer un plan que no esté basado en el ladrillo ni en la especulación bancaria, que es lo que ha generado la crisis, y donde el estado juegue un papel importante”. Así, apuesta por atajar el déficit mediante el aumento de los ingresos y no recortes en el gasto.

Modificación del sistema impositivo

El problema, defiende este portavoz, es que “el gobierno está subiendo impuestos que afectan a la gran mayoría como el IRPF, pero siguen las SICAV y las empresas del IBEX siguen en paraísos fiscales”. Así, José Luis Centella ha sido muy crítico con el Ejecutivo de Mariano Rahoy al asegurar que “está siendo muy duro con los débiles pero tremendamente blando con los poderosos”. En esta misma línea, ha defendido que la cuestión de subir impuestos no es de derechas ni de izquierdas, sino que depende a quién se suban. “Desde la izquierda defendemos que deben pagar más impuestos quienes más tienen”, ha defendido antes de asegurar que esto no está ocurriendo en España.

Pero para aumentar los ingresos del estado, desde este partido también proponen atajar el gran fraude fiscal así como reactivar la economía productiva y un importante plan de empleo público que reactive la construcción de servicios que en estos momentos están paralizados, como la obra pública. Junto a estos cambios, Izquierda Unida también ha propuesto también que el salario mínimo se eleve hasta los 1.100 euros. Una cantidad que aunque reconocen que sería difícil de asumir por las empresas, sería posible si se aumenta la productividad de las empresas: “este aumento de la productividad no debe hacerse bajando los costes laborales, sino mediante un sistema que permita que haya más competitividad en el exterior y también más consumo en el interior”. Con todo ello,  José Luis Centella defiende que se trata de reactivar la economía “poniendo primero el rescate a las personas”.