El director de marketing y comunicación de Fidelity, Antonio Salido, explica que con los países emergentes ha sucedido lo mismo que con los malos estudiantes que no hacen correctamente sus deberes y se ven obligados a acudir a los exámenes de septiembre. Varios de estos países en vías de desarrollo capeaban hace no mucho tiempo difíciles situaciones en sus economías nacionales. Ahí, según Salido, jugó un importante papel el FMI, dando un empujón a estos gobiernos para salir de esos problemas, con el establecimiento de duras condiciones a cumplir y ajustes de gran magnitud. El experto de Fidelity subraya la rápidez y eficacia con la que muchas economías de la zona emergente han reducido sus niveles de deuda y saneado su balance interno.
El ejemplo más claro es China, cuyo ascenso en los últimos años califica de “espectacular”. Antonio Salido destaca que el gigante asiático es ahora el segundo país de todo el mundo en cuanto a relaciones comerciales con Estados Unidos. Además, sus relaciones con otros países cercanos geográficamente, como Japón o Australia, “está creando una auténtica zona económica en Asia-Pacífico”. Con todo, el director de marketing de Fidelity explica que existe una multitud de datos a varios niveles, como el macroeconómico o el demográfico, que avalan la tesis de que los emergentes “serán las estrellas del futuro cercano”.
El desplazamiento del centro de la economía mundial de Europa y Estados Unidos a otros puntos del planeta es una tendencia que en Fidelity llevan observando desde hace tiempo. La raíz del cambio, en su opinión, se encuentra también en el cada vez mayor endeudamiento de gobiernos, empresas y familias en las grandes potencias económicas, algo que se ha traducido en problemas económicos de gran calado como la creación de burbujas inmobiliarias. En cambio, apuntan desde esta firma, los emergentes sí se han apresurado a reducir sus niveles de deuda. Y es que, como dice Antonio Salido, “quien tiene el dinero, tiene el poder”. Sin ir más lejos, China es en estos momentos el mayor acreedor de Estados Unidos, con el 60% de su deuda. Este aspecto, explica Salido, le da al país “un poder de negociación muy amplio”.
Más allá de este importante aspecto, Fidelity se detiene también en lo que ya consideran un hecho: los mercados emergentes ya no sólo destacan por su mayor potencial de rentabilidad, sino que han descendido su volatilidad hasta niveles inferiores incluso a los de Europa o Estados Unidos. No en vano, Antonio Salido se aventura a señalar que los mercados occidentales ya no son un refugio para los inversores. El experto aporta datos bastante claros para apoyar esta afirmación. “En los últimos años, la rentabilidad del mercado chino supera el 200%, mientras que en la mayor potencia económica europea, Alemania, ésta se sitúa en el entorno del 40%.
Una de las circunstancias que explican el crecimiento de las economías emergentes se basa en el mayor desarrollo del consumo interno en los propios países. Una vez más, el mejor ejemplo para explicarlo es China. Según Salido, a medida que esta economía se desarrolla, los salarios de sus trabajadores están subiendo también con fuerza, “en una media del 7,2% anual”. Esto provoca, por un lado, que desde China se esté subcontratando producción a otros países con salarios más bajos, como Vietnam, dando lugar a un flujo de comercio entre toda la zona de Asia que antes no existía. Por otro lado, la cesta de consumo de las clases medias chinas está creciendo y se están ampliando sus hábitos de consumo, dando lugar a un desarrollo económico y a un movimiento de capitales interno propio de las grandes economías capitalistas.