La banca y sus signos de evidente deterioro marcarán el principal capítulo en el encuentro del domingo del presidente francés Nicolas Sarcozy y la canciller Angela Merkell. Y es que ambos mandatarios difieren en la manera de solucionar la crisis y la canciller ha querido dejarlo clara su postura.
El fondo de rescate sólo debe utilizarse, ha subrayado, para apuntalar los bancos como último recurso, antes las entidades deben de ser capaces de captar fondos "por su cuenta" o, en su defecto, que los gobiernos nacionales se hagan cargo de sus necesidades de recapitalización. También se debería exigir reformas estructurales a los países que recurran a esta ayuda. Algo con lo que el gobierno galo no está de acuerdo y aboga, por el contrario, por flexibilizar la entrada al fondo de rescate para aliviar las facturas nacionales.
Merkel deja en manos de la EBA, la Autoridad Bancaria Europea, la decisión sobre si la banca europea necesita o no recapitalación. Si los expertos dicen sí, Alemania, dice Merkell, dará luz verde a esa inversión.