El número de personas que lleva ya 3 o más años sin trabajar representa el 19.8% del total de desemplados con experiencia laboral, un 4.4% más que el año anterior.

Este análisis también revela que la mitad de las personas que dejaron de trabajar el año pasado lo hicieron porque finalizó su contrato. Otro 21% se quedó en paro tras ser despedido o al suprimirse su puesto de trabajo. En este sentido, el INE señala a las empresas con menos de 50 trabajadores como las que más empleo destruyeron (unos 630.000). Por el contrario, el número de ocupados subió en casi 20.000 en las empresas con más de 250 trabajadores.

Por profesiones, los menos golpeados por el desempleo son los veterinarios y matemáticos. En ambos casos la tasa de ocupación supera el 90%. En cambio, el paro se ceba con quienes tienen formación básica, cuya tasa de ocupación era del 35%.