El 36,4% de los declarantes se situaba en una horquilla de entre 18.000 y 30.000 euros, y sólo el 5,3% llegaba hasta los 600.000. El informe de la Agencia Tributaria explica que para la mayoría de los contribuyentes el importe percibido en rentas es equivalente a la cuantía global de la base imponible.

Por otra parte, la tasa de declaraciones que presentaron rendimientos del trabajo se redujo una décima sobre el total de las declaraciones presentadas, lo que refleja que se mantiene la tónica descendente que se detectó en 2009. En cambio, en los años precedentes esa tasa había sido positiva, excepto en 2007.