Mario Monti debe convencer no sólo al Senado, que esta tarde votará el proyecto, sino a sus socios internacionales ya cansados con los continuos incumplimientos de su predecesor. La canciller alemana Angela Merkel, por ejemplo, ha dado la bienvenida al nuevo primer ministro con una carta en la que le recuerda que Italia sigue bajo vigilancia.
No se sabe mucho acerca de este paquete pero la prensa del país transalpino habla de que el también ministro de economía podría anunciar jubilaciones anticipadas, flexibilizaciones del despido y la contratación. También se baraja que anuncie un impuesto sobre los activos privados, posiblemente de las primeras residencias.
Si hoy el senado diera la luz verdea estas medida, el viernes repetirá el proceso en la Cámara Baja. Mientras, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha lanzado un guante al nuevo primer ministro. En una conversación telefónica, le ha prestado su total confianza y ambos se han emplazado a una reunión en Bruselas la próxima semana.