Por esas peores perspectivas y precisamente por esas cifras la agencia considera necesarias más medidas de austeridad que contribuyan a reducir el gasto público.
Sin embargo, Moodys reconoce que cumplir con semejantes ajustes en un conexto de ralentización económica y con visos de recesión provocarían que nuestro país empeorase sus perspectivas económicas y el crecimeinto se viera seriamente mermado. Previsiones que para la calificadora pasan por una contracción del PIB de entre el 0,5% y el 1% en 2012.
Moodys también pone énfasis en la necesidad de vigilar a las CCAA puesto que afirma que a nivel regional probablemente el déficit también haya sido mayor de lo esperado. El lado positivo viene con la llegada del nuevo Gobierno y sus medidas que en opinión de la agencia reflejan su compromiso con la consolidación fiscal.
Eso sí, pide más control sobre las cuentas en la línea de lo que quiere hacer el ejecutivo con el endeudamiento regional, estableciendo techos de gasto por ley y sanciones para los que lo incumplan.