Yellen, actual vicepresidenta de la Fed, recibió en julio el apoyo de un tercio de los 54 miembros de la bancada demócrata, que firmaron una carta apoyándola. También cuenta con el beneplácito del mercado, puesto que todo apunta a que no se espera que se separe del discurso de Bernanke, cuyo plan pasa por empezar a moderar los estímulos a finales de este año, para retirarlos completamente a mediados de 2014.

Eso sí, el nombramiento de Yellen está sujeto a la confirmación del Senado que, por otra parte, sigue estancado ante el cerrojazo de la Administración. Un cerrojazo sobre el que ha vuelto a hablar Barack Obama, quien está dispuesto a negociar con los republicanos sobre cualquier aspecto del presupuesto, pero siempre y cuando no suponga un caos económico.

El presidente quiere sentarse a negociar con los republicanos, pero siempre que autoricen un presupuesto temporal que reabra la administración y aumenten el límite de endeudamiento -que se va a superar el 17 de octubre- para poder negociar mientras tanto la reducción del déficit sin exclusión de ningún capítulo.