Este martes el presidente italiano se enfrentará a su primera prueba, para sobrevivir con la votación de las cuentas de 2010 y una moción de confianza. Y es que se niega a dejar el poder, después de que ayer numerosos diarios italianos dieran por hecho la salida del Gobierno de 'Il Cavaliere'. El italiano se encuentra frente a las cuerdas por la presión de la oposición, de los socios de gobierno e incluso desde su propio partido. Un día de tensión en el Gobierno transalpino y también en la Bolsa italiana.
La jornada del lunes comenzaba con un retroceso cercano al 3% y, tras saltar los rumores de la posible dimisión de Berlusconi, los inversores se animaban y el parqué se daba la vuelta, llegando a subir más de un 2%. La rentabilidad de la deuda del país también alcanzaba máximos históricos, acercándose a niveles de Grecia o Portugal. Berlusconi, de momento, resiste, y dice que “los rumores de su renuncia son infundados”.