“A las órdenes de la dama de hierro”

A pesar de que la herida sigue abierta, la dama de hierro alemana, Ángela Merkel ha decidido seguir echándose a la espalda el peso de intentar coser las cicatrices de la discordia, en contra de muchas voces que siguen damandándole una postura más proteccionista.

El pasado miércoles se dio un paso de gigante para Europa: la reconciliación del matrimonio franco – alemán más que necesario para seguir educando, poniendo deberes y riñendo a una unos Estados miembro, que cada vez de les dan más disgustos.

El abogado de mamá Merkel, Wolfgang Schäuble y lo adelantaba con rectitud alemana: "Francia y Alemania han desarrollado una posición común pero esta todavía no es una posición europea. Tenemos una responsabilidad común y asumimos el liderazgo pero no podemos decidir por los otros socios".

El niño rebelde sigue aún (y seguirá siéndolo) Grecia, pendiente aún de que le den la paga, aunque para ello tiene, de momento, que aprobar alguna asignatura al menos con notable. Lo cierto es que la dura Alemania de momento no esta por la labor de incrementar la cifra de que la economía helena espera recibir con la palma boca arriba. Mientras, Francia le guiña unn ojo a Papandreu y recuerda que los profes de la 'troika' han aconsejado pagar ya ese tramo "tan pronto como sea posible, tan pronto como las medidas previas acordadas sobre consolidación fiscal, privatizaciones y reforma al mercado laboral, que fueron anunciadas por el Gobierno, hayan sido legisladas".

La última decisión la tiene ahora Alemania y Merkel: el mundo en la palma de su mano.