Un año antes de que acabe el programa de ajuste impuesto por la Troika a Portugal, cuando se estima que Portugal podrá financiarse por sí misma tras el rescate de 78.000 millones concedido hace dos años, su presidenteAníbal Cavaco Silva, ha decidido verse las caras con los miembros del Consejo de Estado para preparar el futuro modelo económico del país. Así, el dirigente luso ha llamado a los 21 consejeros que componen el órgano político de consulta del presidente. Todos ellos son miembros de tendencias políticas diferentes y están llamados a pronunciarse y a aconsejar al Presidente cuando éste lo requiere.
En esta ocasión, se ha convocado al Consejo de Estado para estudiar las perspectivas de la economía portuguesa para el periodo post-Troika. Y es que el jefe de Estado del país está preocupado por los efectos de la austeridad en la población lusa.