Sasha Evers destaca el buen resultado logrado este ejercicio por la economía de China en este contexto de crisis financiera internacional. El experto subraya – en declaraciones a Diario Financiero – que, a pesar de este notable crecimiento, la economía china y de otros países emergentes depende en gran medida de lo que ocurre al otro lado del planeta con la crisis de la Eurozona. “La incertidumbre macroeconómica que generan los problemas de deuda periférica provoca una aversión global al riesgo”, también más allá de las fronteras europeas, sobre todo en estos mercados emergentes que mantienen un elevado volumen de exportaciones a Europa. Su estabilidad, explica Evers, depende también por tanto de la propia estabilidad en la Eurozona, y mientras siga latente esta problemática los mercados emergentes estarán expuestos a la volatilidad y a verse arrastrados por este pesimismo.
En China, como sucede generalmente en las economías emergentes, uno de los principales escollos para el crecimiento es la inflación. Como explica Sasha Evers, “crecer a niveles interesantes siempre crea una mayor presión inflacionista”, aunque el experto de BNY Mellon destaca que esta presión se ha venido aliviando en cierta medida últimamente.
Con respecto a otras economías, Sasha Evers encuentra una ventaja para el ritmo de crecimiento chino: el nivel de vida de sus ciudadanos. El director general de BNY Mellon en España explica además que el gobierno del gigante asiático está iniciando una maniobra de reorentación de su estructura económica, un nuevo modelo con el que intenta depender menos de las exportaciones a través del fomento del consumo doméstico. Un proceso “largo, pero muy necesario”, más teniendo en cuenta las dificultades que presentan en el contexto actual los principales receptores de las exportaciones chinas, y que se basará, en su opinión, en un desarrollo de mayores protecciones sociales que den seguridad a los ciudadanos para potenciar sus nuevos hábitos de consumo.
Al margen de China, Evers considera a Corea del Sur como un país que ya prácticamente ha completado el proceso para merecer la denominación de desarrollado, aunque su mercado es menos interesante para BNY Mellon debido a su situación demográfica. Desde su punto de vista serán India y China quienes conducirán el desarrollo de la economía asiática en el futuro próximo, junto con algunos otros países más asociados a las commodities como Malasia.