El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha detallado a sus colegas europeos las reformas que tiene el Gobierno entre manos. Y parece que les han gustado, porque Rajoy vuelve a casa con el compromiso de Bruselas de negociar la ampliación del plazo para reducir nuestro déficit.
Eso sí, las medidas van a ser duras.
Lo ha advertido el propio Rajoy nada más terminar el Consejo Europeo y después de que un micrófono indiscreto le pillara hablando con el Primer Ministro Finlandés, y en el que reconocía que la reforma laboral –y cito palabras textuales- “Me va a costar una huelga”.
Unas palabras que ha matizado el propio presidente, que considera esencial la reforma del mercado de trabajo, aunque insiste: no va a gustar a nadie.
Al respecto, el candidato a liderar el Partido Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, reclama explicaciones en nuestro país y no en Bruselas.
DÍAS INTENSOS DE REFORMAS
Según ha explicado Rajoy, el Ejecutivo tiene previsto aprobar esta semana la reforma del sistema financiero, y la próxima la del mercado de trabajo.
Medidas con las que se han conseguido dos compromisos: estudiar la posibilidad de destinar los fondos de cohesión excedentes -10.000 millones en el caso de España- para fomentar el trabajo juvenil.
Y también el de estudiar la posibilidad de ampliar el plazo para reducir el déficit.