Cuando Standard & Poor's recortó la nota de España por el elevado desempleo, su débil crecimiento económico, las duras condiciones financieras y el alto nivel de endeudamiento del sector privado, advertía que se podía poner en jaque a las calificaciones de los gobiernos regionales de Madrid, Aragón y de la ciudad condal. Y como quien avisa no es traidor, ayer era el turno para la Comunidad presidida por Esperanza Aguirre y  Barcelona. Hoy el turno ha sido para Aragón. La Comunidad de Luisa Fernanda Rudi ha sido la última cabeza en rodar por los recortes de la calificadora. Su calidad crediticia ha pasado a 'AA-' desde 'AA'. Se cumplen así las predicciones acerca del impacto negativo que conlleva la rebaja de la nota nacional. Por cierto que, Standard & Poor's ha asegurado que las calificaciones de las comunidades autónomas de País Vasco y Navarra, así como la nota de solvencia de la provincia de Vizcaya, no experimentan cambios a pesar de la reciente rebaja del rating soberano de España.