Ya se lo adelantaba Mariano Rajoy a su homólogo finlandés, “esta reforma laboral me va a costar una huelga general”, y ayer el presidente del Banco Santander, Emilio Botín volvía a insistir en la idea “se van a acometer reformas dolorosas, pero necesarias”, hoy comienza a esbozarse el esquema de una reforma laboral dura, en la que se contempla una reducción del modelo de despido a 20 días por año trabajado.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha aceptado y desechado propuestas de sus ministros, y ya tiene lista la batuta sobre la que va a girar la reforma laboral. Una de las ideas que el jefe del Ejecutivo, ha optado por no aplicar, ha sido la del ministro de Economía, Luis de Guindos, que apostaba por el contrato único, a cambio Rajoy opta por incluir en el texto incentivos a los contratos a tiempo parcial y el teletrabajo con el objetivo de potenciar la creación de empleo.
Parece que sí escucha el presidente del Gobierno a la ministra de Empleo, Fátima Báñez tumba finalmente los llamados ‘minijobs’, de los que ya ha afirmado en alguna ocasión, van en contra de la legislación española.
Dentro del apartado de indemnizaciones por despido, la compensación por despido improcedente merece punto y aparte, y es aquí dónde se abre la brecha entre Ejecutivo y patronal. El Gobierno pretende mantener las penalizaciones en caso de este tipo de cese, rebajando la indemnización de 45 días – legislación actual – a 33 días.
La postura inicial de la CEOE, es la de eliminar este apartado del texto, que finalmente será aprobado en principio, mediante un Decreto Ley, el próximo 10 de febrero en Consejo de Ministros.