Esta semana, los inversores han tenido puesta su atención en varios encuentros celebrados entre líderes europeos: la reunión del lunes del Ecofin, el martes el Eurogrupo o las conversaciones entre los Gobiernos de España y Francia el miércoles son algunos ejemplos. De todas estas reuniones, Fernando Luque, editor en España de Morningstar, entiende que no se puede sacar nada novedoso o que varíe la situación que había en Europa la semana pasada. “Estamos en la misma situación que la pasada semana. Mario Draghi ha dejado la pelota en el tejado español, y ahora todo el mundo espera a ver qué se hace con ella”, comenta Luque, aludiendo a la no petición aún de ayuda financiera por parte del Estado español. Su impresión es que Rajoy no pedirá al BCE que compre bonos soberanos españoles hasta que no se produzcan las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco. “Pedir el rescate está visto como una derrota política, e implicaría una condicionalidad, una pérdida de soberanía”, factores que podrían propiciar una pérdida de votos para los populares en sendos comicios. Según Luque, el Gobierno puede permitirse todavía mantener esta postura de demorar la petición de rescate, pues la prima de riesgo española se encuentra en niveles cómodos de cara al corto plazo.

Uno de los temas que más se discute hoy en día en Europa es el de la unión bancaria. Un proceso cuya culminación estaba prevista inicialmente para principios de 2013, pero que, sin embargo, está encontrando numerosas trabas para su cristalización. Para Fernando Luque, el principal obstáculo en este sentido se produce a nivel político, pues para algunos países, la aceptación de esa unión conllevaría una pérdida de soberanía. Eso si, el experto se muestra convencido de que es “lógico” que desde las altas instancias europeos se quiera avanzar hacia esa unión bancaria en el Viejo Continente. “Es lógico, porque el BCE está financiando los bancos europeos, pero todavía no tiene facultad para supervisarlos”, sentencia.