Evitar que la situación empeore en los países periféricos será uno de los muchos cometidos que Draghi tendrá al frente de la Institución. En este sentido los analistas prevén que el nuevo presidente del Banco Central Europeo siga comprando deuda soberana de los países de la zona euro hasta que los mecanismos implantados surtan efecto.
Seguirá por tanto con la dinámica que hasta ahora ha llevado a cabo la institución monetaria europea: adquirir papel que sirva de salvavidas. Así se espera que continúe entrando en el mercado secundario para comprar bonos de deuda de los países en apuros. Con esta política no sólo vigilará el aumento de los precios y mantendrá la inflación en los niveles cercanos al 2% en la zona euro. Y contener que se dispare el precio del dinero, tampoco se espera sea una tarea fácil, porque según los últimos datos publicados la inflación europea se sitúa en el 3% un nivel demasiado alto para la férrea política del ala más conservador del BCE.
El italiano, de 64 años toma el relevo a Jean Claude Trichet en un momento en que el euro está sumido en una pesadilla, por lo que la salvación de la moneda común será uno de sus retos más importantes. La primera reunión del Banco Central Europeo tendrá lugar esta primera semana de noviembre, justo en el momento en que la OCDE ya ha anunciado que espera una nueva recesión en la eurozona si se deterioran las condiciones financieras.