El pasado 30 de noviembre, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pedía al presidente de la CEOE, Juan Rosell, y a los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, que presentaran sus propuestas conjuntas después de Reyes. Esas propuestas incluyen negociación colectiva, la contratación, el absentismo laboral, solución extrajudicial de conflictos, las empresas de trabajo temporal y la formación.
Pese a la dificultad de las negociaciones en materia de salarios, contratos y despidos, parece más cercana la posibilidad de alcanzar un acuerdo. En las últimas horas, los sindicatos se han mostrado dispuestos a aceptar que el sueldo suba por debajo de la inflación, pero no que se congele, al tiempo que han comenzado a considerar el fomento de la contratación a tiempo parcial para impulsar la creación de empleo. Eso sí, siempre que se preserven los derechos de los trabajadores.
Las organizaciones sindicales también podrían aceptar el descuelgue empresarial, que permitiría a las empresas no cumplir lo pactado en los convenios colectivos en caso de necesidad. No obstante, este tipo de medidas se considerarían excepcionales por la gravedad de la situación económica y serían reversibles, por lo que los sindicatos son partidarios de fijar mecanismos para que cuando mejore la coyuntura los trabajadores se vean compensados.