Unos parones que afectarán a todos los centros de trabajo y actividades de la compañía y que se llevarán a cabo después del puente de la Constitución y antes de Navidad. Evitando de esta manera, fines de semana y días festivos.
Una convocatoria secundada por todos los trabajadores que, según el portavoz del sector aéreo de UGT, Francisco Rodríguez, se realiza "contra el despido innecesario de trabajadores" y para exigir "un plan de crecimiento que garantice el futuro de puestos de trabajo y no medidas de desmantelamiento”.
Además, Rodríguez ha incidido en que el sindicato de pilotos Sepla queda sólo fuera de esta convocatoria, no así de la huelga. Y es que este colectivo ha considerado que debe esperar al laudo todavía por dictar de Javier Montalvo, el mediador entre el conflicto que estos mantienen con Iberia.
Las protestas se llevarán a cabo a pesar de los avisos de endurecimiento de medidas de la aerolínea, y que son la continuación de los diversos acuerdos sindicales suscritos para hacer frente al plan de reestructuración que, entre otras medidas, contempla el despido de 4.500 empleados y rebajas salariales para el resto de la plantilla.