La OCU deja claro este desfase aportando cifras basadas en estudios del INE. Nuestros salarios solo han subido un 14% desde la puesta en circulación del Euro el 1 de enero de 2002. Desde ese momento, sin embargo, la cesta de la compra se ha incrementado en un 48%, es decir, más del triple que los sueldos de los trabajadores españoles.

Estas cifras no hacen otra cosa que confirmar la percepción que se viene palpando en la sociedad desde la llegada de la moneda única: el aumento de precios no se corresponde con el de nuestra nómina. Y es que desde el fin de la peseta, los precios, por lo general, se han disparado: en el caso de la alimentación, un 48%; el transporte, entre un 45 y un 58%, y la vivienda nada menos que un 66%.

Un desfase que es especialmente notorio en cuanto a la cesta de la compra. En 2001, los datos de la OCU muestran que ésta le costaba a una familia, de media, 4.600 euros anuales. En mayo de este año, este precio medio de la cesta ha ascendido hasta 6.800 euros.