La inyección de liquidez de los bancos centrales no ha sido suficiente. El Tesoro ha colocado 1.200 millones en títulos a tres años con un interés medio del 5,187%, otros 1.150 millones en bonos a cuatro años con rendimiento al 5,276% y 1.400 millones en papeles a cinco años, en esta ocasión la rentabilidad media ha llegado al 5,544%.

De nuevo, los intereses han superado ampliamente las cifras de otras emisiones. De hecho, en el caso de la deuda a tres años la cifra han crecido un 21%. A pesar de este tropiezo, la colocación ha llegado la máximo y la demanda también ha respondido, ya que casi se ha triplicado. Tras la emisión, la prima de riesgo española ha dicho adiós a los 400 puntos básicos y se reducido hasta los 380 enteros, un nivel que alcanzaba desde hace varias semanas.

La próxima cita del Tesoro Público llegará el martes 13 de diciembre, en un emisión de letras a 12 y 18 meses.