Entre las novedades para este año, la suspensión de las emisiones en letras a 18 meses. Encontramos además, nuevas referencias en plazos de nueve y veinticuatro meses, mientras que se se intentarán colocar más de 120.000 millones de euros en bonos y obligaciones en un ejercicio en el que el importe quedará repartido casi a partes iguales entre la deuda a largo y a corto plazo.

Por su parte, la emisión neta rondará los 71.000 millones de euros, incluyendo un tercio de esa cifra para el Fondo de Liquidez Autonómico. Todo esto, en un año “mejor que 2012”, en condiciones más holgadas, para el que el secretario general del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa, ha pedido “prudencia”.

En cuanto al balance del año anterior, el Tesoro emitió cerca de 190.000 millones de euros, mientras que el coste medio de la deuda en circulación al final de 2012 fue del 3,9%.