Un resultado que los analistas han valorado de manera positiva, teniendo en cuenta el contexto en el que ha tenido lugar esta emisión, que ha conseguido sin embargo adjudicar a precios de mercado.
El importe final se ha ajustado a este tope, al alcanzar los 4.490 millones de euros: 1.562 millones a tres años y 2.928 millones a cinco años.
Sin embargo el coste de emisión vuelve a convertirse en la oveja negra de esta subasta, el Tesoro ha tenido que elevar el interés medio de los bonos a tres años hasta el 4,27%, y el de los bonos a cinco años hasta el 4,848%, por encima del 4,489% registrado en la anterior subasta de estos títulos.
Con respecto a la demanda, las peticiones han superado 1,7 veces la oferta en los bonos con vencimiento a tres años, y 1,6 veces en los bonos a cinco años. Muy por encima de emisiones de otros países con problemas como Italia.
Con este resultado, se consiguen tranquilizar los ánimos en un día en el que la prima de riesgo ha despertado en los 380 puntos básicos.