Trichet ha defendido que en el caso de aquellos países que incumplan de forma reiterada sus programas y compromisos económicos debería ser "obligatorio", que las autoridades europeas puedan adoptar decisiones directas sobre las políticas económicas de estos países. Ha lanzado esta propuesta aún considerando que requiere un cambio del Tratado europeo e implica un "nuevo concepto de soberanía". A pesar de los inconvenientes que vislumbra ante esta opción, Trichet defiende que el primer paso es que las que las instituciones europeas y los estados miembros cumplan con sus responsabilidades.