Nos las desvela el doctor Emilio Ros, jefe de la Unidad de Lípidos del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital Clinic de Barcelona y miembro del Instituto Flora. Sobre todo nos ayudan a vigilar las dislipemias o alteraciones de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.

Las claves son llevar una dieta sana, rica en fruta y verdura, evitar el tabaco, estar delgado y realizar actividad física. Cuanto antes aprendamos estas buenas costumbres, mucho mejor. Si no se adquieren en la niñez, luego será más difícil tomar estos buenos hábitos.

Para reducir el colesterol y los triglicéridos, es bueno tomar ácidos grasos poliinsaturados, como el Omega 3 y Omega 6, que encontramos en aceites vegetales como el de girasol o el de maíz, presentes en la mayoría de las margarinas. También están presentes en frutos secos como las nueces. El aceite de girasol está en las magdalenas, pero no siempre en el resto de bollería industrial, que puede contener un aceite nocivo como el de palma.

Los ácidos grasos monoinsaturados también son buenos, y están presentes en frutos secos como las avellanas o el aceite de oliva.